PÓKER ,¿Qué se puede esperar después de la pandemia?
El bloqueo actual de la sociedad debido al brote de COVID-19 ha detenido todo. Esto ha sido particularmente difícil en la industria de los casinos y, por extensión, en el mundo del póker. En ningún otro momento de la historia, la industria del juego ha enfrentado tales dificultades, pero puede ser aún más problemático mirar hacia el futuro.
Habrá cambios en nuestro mundo una vez que finalicen los bloqueos y se permita a las personas intentar reanudar sus vidas. Por ejemplo, los supermercados y los grandes almacenes (que ya han sido maltratados por la llegada de las compras en línea) probablemente deberán tener aún menos existencias disponibles, ya que tienen que expandir los pasillos para permitir que las personas caminen con distancia entre ellos. Con esto en mente, cuál será el futuro de los casinos y, en particular, el póker una vez que las alertas de coronavirus hayan desaparecido.
“Desde el período del “boom del póker” en 2003, muchos gerentes de salas de póker querían meter a la mayor cantidad de personas posible en una mesa, especialmente para torneos. Las mesas de nueve y diez jugadores se convirtieron en la norma, ya que los gerentes de salas de póker buscaban maximizar los números y aprovechar la popularidad del juego”
Después de COVID-19, sin embargo, esto va a cambiar, les guste o no a las salas de póker. Habrá más espacio entre las mesas, no espere ver mesas una encima de la otra, como en la World Series of Poker como en el pasado.
Estas mesas tendrán probablemente entre 15 y 20 pies como mínimo entre ellas en el futuro, para asegurarse de que las personas no estén en contacto cercano con otros competidores y, en lo que respecta a los que están en su mesa, que puedan mantener un poco Más distancia que antes.
El número de personas en la mesa también cambiará. En lugar de mesas de nueve o diez jugadores (ya sean juegos de efectivo o torneos), las salas de póker probablemente harán que las mesas de ocho jugadores sean la norma.
Es el equilibrio perfecto entre las (demasiadas) mesas de diez jugadores y las (muy pocas) mesas de seis jugadores, tanto por los aspectos de juego del póker como por los problemas de salud de los jugadores.
Otro de los efectos secundarios de esto es que la participación en el torneo puede reducirse . La cruda realidad es que algunas salas de póker pueden cerrarse una vez que termine esta epidemia. Especialmente si las salas están hechas para poner más distancia entre sus mesas y tienen menos jugadores, esto significa que las salas más pequeñas, digamos aquellas con 15 mesas o menos, no podrán atravesar el tráfico que podría haber tenido previamente.
Con menos mesas también podría venir menos personal.
