Tony G dice que el póquer debería enseñarse en las escuelas junto con el ajedrez.
Aunque a la mayoría de los padres les encantaría que sus hijos aprendieran un juego como el ajedrez, el póquer no suele asociarse con ser adecuado para niños. Tony G, nombre completo Antanas Guoga, nunca ha tenido reparos en decir lo que piensa en voz alta, y muchos no estarán de acuerdo con él en esto, pero piénselo. En última instancia, muchas buenas lecciones de vida pueden provenir de jugar al ajedrez o al póquer.
Garry Kasparov, uno de los mejores ajedrecistas de todos los tiempos, escribió un libro llamado “Cómo la vida imita al ajedrez”. El libro está lleno de ejemplos de cómo aprender ajedrez puede mejorar las habilidades generales para la vida, especialmente en los niños. Pero estas ideas también podrían aplicarse de manera ejemplar al póquer. El ejemplo más obvio es aprender a asumir la responsabilidad de tus propias acciones: tú y sólo tú en el poker/ajedrez eres responsable de cualquier decisión que tomes.
Asumir la responsabilidad de tus decisiones, actuar bajo presión o aprender de tus errores: ¿estás de acuerdo con la leyenda del poker Tony G, quien dice que el poker debería enseñarse en las escuelas junto con el ajedrez?
Aunque, a diferencia del ajedrez, en el póquer existe un aspecto de suerte, todos sabemos que una vez que se juega una muestra lo suficientemente grande, se convierte en un factor mínimo. Tony G dice al respecto que es importante que el póquer sea visto como un juego de habilidad y no como un juego de azar. Por esta razón, no debería haber ninguna objeción a que los niños aprendan el juego y lo jueguen en lugar de perder el tiempo con varios videojuegos y redes sociales en sus teléfonos.
Otra habilidad clave para la vida es la capacidad de tomar decisiones difíciles cuando estamos bajo presión y tenemos información limitada. Esto conduce a la adaptabilidad y la flexibilidad, que nuevamente son excelentes habilidades para la vida que se aprenden mejor a una edad temprana.
El póquer es excelente para enseñarnos cómo aprender de nuestros errores. La cantidad de decisiones que se toman durante una sesión deja claro que hay muy pocas actividades que puedan igualar al poker en este sentido. Este punto por sí solo debería ser suficiente para animar a los jugadores indecisos que se sienten muy mal a seguir jugando. Cada error es una oportunidad de aprendizaje y, créanos, siempre ocurrirán errores, sin importar qué tan buen jugador llegues a ser. Esto nos lleva a la resiliencia, un rasgo común de casi todas las personas exitosas que se puede aprender en el póquer. No es un error enseñarle a un niño cómo ser más resiliente, especialmente en este mundo moderno de alto estrés en el que vivimos.
